La ley de la polaridad dice que todo lo que existe en el universo tiene su opuesto igual y exacto.
***
Así el negro tiene al blanco, el frío al calor y el fast food al slow food; un movimiento que busca que las personas coman bueno, limpio y justo (Meulen, 2004).
***
Ha sido tan fuerte el impacto de este movimiento en el mundo que ha provocado la aparición del slow life y slow travel, una forma de vivir relajado y de viajar por nuestro país haciendo turismo sostenible en Colombia.
A continuación, te contamos todo lo que necesitas saber sobre el slow food y por qué hace match perfectamente con el estilo de vida que prefieres.
¿Qué es el movimiento slow food?
El slow food nace como una respuesta hacia la automatización y el frenesí de la vida actual.
No es comer o cocinar lento.
Se basa en la filosofía del gusto por la lentitud y de disfrutar de la buena comida, por ejemplo, que sea local, hecha con productos frescos, amigables y sostenibles con el medioambiente (El Espectador, 2017).
Cuando se pide y se come de afán, se corre el riesgo de que se pierdan muchos sabores y preparaciones tradicionales.
Por eso, el movimiento busca crear consumidores conscientes de su alimentación; personas que sepan apreciar los alimentos, el trabajo de los campesinos, la variedad de vegetales, la vida animal y la sostenibilidad del planeta (Páez, 2014).
A nivel mundial, por ejemplo, los olivicultores han ocupado el centro de atención del movimiento, pues el cultivo del olivo y la producción de aceite de oliva es un patrimonio que hay preservar.
Esto es porque no solo contribuyen a la sostenibilidad económica y ambiental de este sector, sino que además se conserva la excelencia y se educa a los consumidores por adquirir un producto de la mejor calidad (Lo Conte, 2020).
¿Qué hacer para convertirte en un consumidor consciente?
¿Quieres añadirte al movimiento y hacer lo tuyo para cuidar el medioambiente, alimentarte bien y apoyar a los productores locales? Sigue los siguientes consejos (Slow Food, s.f.):
- Cocina y come tus propios alimentos.
- Evita los alimentos procesados que tienen una larga lista de ingredientes.
- Si puedes, cultiva tus propios alimentos.
- Compra alimentos de temporada.
- Compra en los mercados locales. ¡Apoya a los agricultores!
- Come y habla con tu familia u otras personas en la mesa.
- Cuando puedas, infórmate sobre la historia que hay detrás de los alimentos que compras.
***
¿Sabías que desde el 2004 la OMS reconoció este movimiento y desde hace años trabajan conjuntamente?
***
Estamos seguros de que la filosofía del slow food es justo lo que necesitabas para comprometerte con los temas que más te importan: alimentación saludable, medioambiente y desarrollo de tu comunidad.
¡Ya sabes!, tómate una pausa y disfruta de esos alimentos naturales que tanto te gustan.
- El Espectador. (18 de julio de 2017). Slow Food, un movimiento sostenible. El Espectador. Recuperado de www.elespectador.com/cromos
- Lo Conte, A. (2020). Slow Food: 30 años cerca de los pequeños olivicultores. Mercacei. Recuperado de www.mercacei.com/noticia
- Meulen, H. (2004). El movimiento Slow Food. Leisa, Revista de Agroecología, 20(1), p. 37. Recuperado de www.leisa-al.org
- Páez, F. (28 de julio de 2014). Slow Food: una guía para quienes se niegan a vivir deprisa. Shock. Recuperado de www.shock.co/cultura
- Slow Food. (s.f.). Conviertete en un consumidor responsable. Slow Food. Tomado de www.slowfood.com