Eres movimiento y risas. El que hace turismo sostenible en Colombia tranquilo y el que trae nudos de estrés en la espalda por el apuro. Eres el que tiene tiempo para largas sobremesas, pero a veces solo cuenta con 10 minutos para desayunar. En todos esos escenarios, ser flexitariano es posible.
Este término resulta de la combinación entre “flexibilidad” y “vegetarianismo” (Moreno, s.f.). Es un tipo de alimentación que reduce el consumo de productos de origen animal. Sin embargo, si la ocasión o el antojo lo amerita, admite el consumo esporádico de carne.
Al flexitariano le importa su salud y también la sostenibilidad. Se preocupa tanto por la información nutricional, como el sabor y los tipos de cultivos más ecológicos.
¡Conoce más detalles sobre este régimen alimenticio!
Con aceite de oliva, por favor: los alimentos de un flexitariano
El flexitariano se ahorra esa incómoda situación en la que la abuela le pregunta: “¿y no vas a probar la carne del sancocho que con tanto amor te cociné?”.
Estos amantes del buen comer tienen una dieta muy parecida a la mediterránea: muchos cereales, legumbres, frutas, verduras, hortalizas y un consumo moderado de carnes y pescado (Durá, 2020).
Además, conocen la importancia de incorporar el aceite de oliva en la dieta. De hecho, se sugiere que las dietas vegetarianas o con poco consumo de carne usen grasas procedentes de los aceites oleicos, como el aceite que proviene de los olivares (González Corbella, 2005).
Este ingrediente es una fuente de valor nutricional muy importante en la salud y sus componentes ayudan en la prevención de algunas enfermedades relacionadas con la alimentación (Gimeno Creus, 2003).
¡No te prives! Beneficios nutricionales de ser flexitariano
Los flexitarianos tienen más probabilidades de tener un estilo de vida saludable basado en la alimentación.
Un artículo de Mayo Clinic (2017) considera que una dieta basada en productos de origen vegetal tiene menos calorías. Además, las personas que comen de esta manera podrían presentar menor riesgo de padecer enfermedades cardíacas.
Y, por supuesto, el consumo de proteína sigue siendo tan importante como en cualquier otro tipo de dieta. Aunque los flexitarianos prefieren las que son de origen vegetal, recuerda que ocasionalmente se le puede decir “sí” a la carne.
El requerimiento diario para un adulto es de 0.8 a 1 gramo de proteína por kilo de peso corporal. Esto quiere decir que una persona de 60 kilos deberá consumir entre 48 y 60 gramos por día (Theimer, 2017).
El planeta agradecerá que sigas un régimen de alimentación basado en plantas
Ser flexitariano también es una postura ecológica. Y es que la ganadería produce el 14,5% del total de los gases de efecto invernadero (Greenpeace, 2019). Además, podría promover el maltrato animal de vacas y otras especies (Greenpeace, 2019).
La organización Slow Food (2018), por su parte, coincide que comer menos carne y de mejor calidad tendría un impacto positivo en el ambiente porque se necesitarían menos animales para alimentarnos.
¿Cómo ser flexitariano y no morir en el intento?
Si quieres convertirte en flexitariano, aquí te dejamos una serie de recomendaciones (Mayo Clinic, 2017):
- Incorpora comidas sin carne de forma paulatina.
- Si te cuesta mucho trabajo, empieza por no comer carne un día a la semana.
- Si te cuesta aún más trabajo, intenta no comer carne en dos comidas al día.
- Planifica menús con platos ricos que no contengan carne: lasaña, pastas, sopas, etc.
- Sustituye la carne por legumbres como los fríjoles.
- Agrega verduras ricas en proteínas como el brócoli.
Este tipo de alimentación te permite tener lo mejor de los dos mundos: el carnívoro y el vegetariano. Puedes comenzar poco a poco con la transición.
Y aquí te dejamos el consejo de oro: ¡ayúdate del aceite de oliva para darle un sabor increíble a tus alimentos! Así será más fácil comer de forma balanceada.
- Durá, A. (7 de marzo de 2020). La dieta mixta brilla por sus efectos en la pérdida de peso. Alimente. Recuperado de https://www.alimente.elconfidencial.com/nutricion/2020-03-07/flexivegetarianos-dieta_1640319/
- Gimeno Creus, E. (Diciembre de 2003). El aceite de oliva como alimento clave de la dieta mediterránea. Offarm: farmacia y sociedad, 22(11), 88-94. Recuperado de https://www.elsevier.es/es-revista-offarm-4-articulo-el-aceite-oliva-como-alimento-13055923
- González Corbella, M. (Mayo de 2005). Dietas vegetarianas: implementación en la infancia y la adolescencia. Offarm: farmacia y sociedad, 24(5), 82-90. Recuperado de https://www.elsevier.es/es-revista-offarm-4-articulo-dietas-vegetarianas-13074471
- Greenpeace. (10 de junio de 2019). La ganadería industrial está destruyendo el planeta. Recuperado de https://es.greenpeace.org/es/sala-de-prensa/comunicados/la-ganaderia-industrial-esta-destruyendo-el-planeta/
- Mayo Clinic. (26 de julio de 2017). Comidas sin carne: los beneficios de comer menos carne. Recuperado de https://www.mayoclinic.org/es-es/healthy-lifestyle/nutrition-and-healthy-eating/in-depth/meatless-meals/art-20048193
- Moreno, L. (s.f.). Flexitarianos: vegetarianos flexibles inspiran la innovación alimentaria. Revista Alimentaria. Recuperado de https://www.revistaalimentaria.es/fotos_noticias/PDF4193.pdf
- Slow Food. (22 de junio de 2018). Slow Meat: concienciar sobre el consumo y la producción de la carne. Recuperado de https://www.slowfood.com/es/slow-meat-concienciar-sobre-el-consumo-y-la-produccion-de-la-carne/
- Theimer, S. (15 de marzo de 2017). ¿Está consumiendo demasiada proteína? Mayo Clinic. Recuperado de https://newsnetwork.mayoclinic.org/discussion/esta-consumiendo-demasiada-proteina/