Aquí te lo contamos
Cuando compramos lechugas para nuestras ensaladas es importante saber cómo mantenerlas para que duren más tiempo y no se marchiten. Si sufres porque se dañan en tu nevera, sigue estos pasos y olvídate de ese problema:
Paso 1: revisa que las lechugas que compres estén muy frescas, hay varios tipos de lechugas y algunas duran más que otras.
Paso 2: lava las lechugas sacando hoja por hoja y poniéndolas bajo el chorro de agua, con el fin de quitarle cualquier mugre.
Paso 3: desinféctelas con unas gotitas de vinagre o algún producto biológico (natural) para desinfectar verduras; de vinagre se puede poner 1 tapita por cada litro de agua y el desinfectante de verduras debe usarse de acuerdo a las instrucciones.
Paso 4: seca muy bien las hojas de la lechuga con una toalla de cocina.
Paso 5: pon la lechuga en una bolsa o recipiente de plástico hermético.
Recuerda que siguiendo estos pasos las hojas de lechuga estarán listas para usar la próxima vez que quieras hacer una ensalada y se mantendrán frescas y crocantes por 1 semana. La lechuga debe tener espacio para mantenerse mejor, así que evita desbordar el recipiente en el que la guardas.